El cineasta Juan Pinzás realiza un viaje físico e iniciático en busca de unas imágenes perdidas que había rodado en los años ochenta. El viaje le conduce desde Madrid hasta Galicia y en la búsqueda de esas imágenes se encuentra con diversos personajes que le ayudan en su propósito, como el mítico actor y director Paul Naschy o el polifacético cantante y actor Javier Gurruchaga, en cuyos universos personales ahonda el film. Finalmente hallará en Vigo, su ciudad natal, de la que realiza un singular retrato, una vieja película en formato de Súper-8 mm con las imágenes deseadas. La catarsis se produce con el visionado del antiguo film que resulta ser un homenaje al cine y supone el final del viaje introspectivo del cineasta.