La película "New York Shadows" (Sombras de Nueva York) de Juan Pinzás ha sido acogida favorablemente por la crítica más seria y rigurosa. Destacamos a continuación varios y significativos fragmentos de distintas críticas y/o análisis de prestigiosos medios, periodistas y/o escritores.
Raúl Alda en DÍAS DE CINE, TVE:
"Sombras de Nueva York aborda la soledad y la locura desde la profundidad dramática del creador".
"La película se desarrolla en un Nueva York que envuelve a los personajes como una interminable tela de araña. En ella tendrá lugar un enfrentamiento entre realidad y sueño como reflejo del proceso de creación artística".
Fernando Alonso Barahona en LIBERTAD Y CULTURA:
"Sombras de Nueva York (New York Shadows). El cine y la vida de Juan Pinzás".
"Luigi Pirandello en Seis personajes en busca de autor refleja la rebelión de las criaturas surgidas de la imaginación contra la mente que les dio vida. ¿Acaso los personajes no tienen vida propia y pueden influir en lo que su creador imaginara en un principio?. ¿Dónde están los límites entre la realidad y la ficción?. Vienen a la memoria los versos que anteceden los créditos de la maravillosa Portrait of Jennie (William Dieterle, 1948): '¿Quién sabe si morir no será vivir y lo que los mortales llaman vida será la muerte?'. Miguel de Unamuno en Niebla analiza una reflexión similar: 'Los seres ficticios de la novela pueden adquirir vida propia. Y ésta puede llegar a tener más consistencia que la del propio autor.' Lo que entronca con la concepción del arte en Julián Marías: 'El arte tiene una irrenunciable función de sueño'. Y este sueño forma parte de la realidad radical que es la vida. De ahí que si los dos planos no se ordenan se produzca una confusión, justo la que afecta al director protagonista de Sombras de Nueva York (New York Shadows)".
"Las referencias cinéfilas conducen a Fellini (Ocho y medio), Paul Verhoeven, David Lynch, se explicitan en los carteles que se alzan detrás del director en la entrevista que le hacen para presentar el rodaje de la película neoyorquina (Blow-up, de Antonioni, Persona, de Bergman, Alphaville, de Godard) y aún más oculto la barahúnda de las calles de la ciudad remiten al King Vidor de The Croad o al Scorsese de Taxi Driver. Pero Sombras de Nueva York (New York Shadows) es una película personal que no se parece –en su esencia última– a otras, sino que responde a la visión del mundo y a la percepción del cine de su autor: Juan Pinzás".
"Nos introduce en un universo apasionante como es el de la creación enfrentada a la propia vida".
"Se alza como una propuesta cinematográfica de primer nivel y absolutamente novedosa en el panorama del cine español".
"El propio Juan Pinzás es el protagonista Julián Pintos, algo que el director ya había hecho en La gran comedia y en varios cortos. Y lo hace con sobriedad y sorprendente presencia fílmica".
"Una prodigiosa Lindsey Ireland, actriz de teatro que debuta en el cine –tras varios cortos– interpreta a Jennifer y Diana".
"Lindsey Ireland es toda una revelación, sin ella la complejidad de la doble persona Jennifer/Diana se derrumbaría".
"Juan Pinzás en New York Shadows llega al núcleo de la metafísica, las preguntas permanentes de los seres humanos: ¿Quién soy yo y qué va a ser de mí?. ¿Cuál es la identidad del artista?. Su vida..., sus creaciones..., su arte... Por eso la realidad y la ficción asaltan al cineasta Pintos. Escenas inquietantes: el afeitado, las luces oscuras de la habitación del hotel, las carreras en el Metro de Nueva York... la eterna búsqueda de la persona (sentido que ya describiera Bergman en Persona una de sus obras magnas). Ese es el otro gran tema de la película, junto a las mujeres que residen en una sola: la búsqueda de la identidad. ¿Hay vida más allá del arte, del sueño?. Los surrealistas hubieran adoptado con placer esta pregunta".
"Pinzás filma con mimo las imágenes, las calles de Nueva York se convierten en el tercer protagonista de la historia, traza con expresión poética el drama intimo del cineasta confuso a la vez que los datos de su vida personal de repente penetran en el rodaje del guión y se entremezclan con la mujer que los ha provocado. El tempo es quieto, pero fascinante y el espectador tan sólo tiene que integrarse en esa prodigiosa aventura que es compartir la acción creadora, contemplar la desnudez del alma del artista".
"Sin duda una de las obras de referencia de 2013 y seguramente de mucho más tiempo. Una película radical sobre el cine, la poesía, la vida y el sentido de la existencia".
Fernando Bernal en CAIMÁN CUADERNOS DE CINE:
"Un nuevo desafío de un director inclasificable, que hay que recordar que tiene en su filmografía una trilogía realizada al amparo del Dogma 95".
"Una suerte de expiación de lo que sucede cuando un director se enfrenta a su historia y convive con las criaturas de ficción hasta incorporarlas en su realidad".
"Tiene la virtud de generar interrogantes y elige la opción de nadar a contracorriente".
Carlos Tejeda en DIRIGIDO POR:
"Los fantasmas del cineasta".
"Tras su documental Las imágenes perdidas. La otra mirada (2009), Pinzás vuelve a las pantallas con un nuevo título, New York Shadows (Sombras de Nueva York), una reflexión fílmica sobre la creación cinematográfica y los aspectos que gravitan en el interior del artista durante el proceso creativo y que ha concebido a partir de las directrices del film ensayo, e incluso del diario fílmico, aunque también conviven en el metraje elementos de ficción y de documental y en donde tiene una especial importancia la mirada".
"Es un ejercicio introspectivo, intimista y personal que protagoniza el propio Pinzás encarnando a Julián, un director de cine que viaja a la ciudad de los rascacielos para preparar su nueva película. Y es ahí, durante su estancia, cuando emanan sus fantasmas, sus interrogantes, sus reflexiones, sus dudas, sus temores, llevándole a una serie de vivencias en la que se mezclan la realidad y la ficción, e incluso hasta se confunden. '¿Quién soy yo realmente? Julián o Juan' subraya el protagonista en off en un momento dado hacia el final del metraje. Es decir, su alter ego en la pantalla o el propio Pinzás fuera de ella".
"Pero al mismo tiempo New York Shadows es un film especular, no sólo por el hecho de que Pinzás se interprete a sí mismo, sino también por el juego de reflejos que establece. La presencia de espejos en la habitación del hotel donde se hospeda, en los que unas veces se mira durante actos cotidianos como afeitarse o lavarse las manos, y en otras, simplemente, muestran su efigie, produciendo una doble imagen, la del protagonista y la de su reflejo, resaltando esa dualidad entre lo real y lo onírico por la que discurre el film. Pero en ese juego especular hay también referencias cinematográficas, como los tres carteles presentes durante su entrevista en un canal de habla hispana (el presentador es Javier Gurruchaga) y que corresponden a Persona (ídem, Ingmar Bergman, 1966), Blow-up (Deseo de una mañana de verano) (Blow-up, Michelangelo Antonioni, 1966) y Lemmy contra Alphaville (Alphaville, une étrange aventue de Lemmy Caution, 1965). Tres títulos cuyo espíritu, en cierta manera, se refracta en la película de Pinzás, en cuanto a que esta es una exploración interior, más allá de la máscara y la apariencia visible del creador (...) y en cuanto a que es una indagación sobre la percepción, sobre los límites entre lo real y lo imaginario".
"En ese terreno abstracto que es la creación artística no hay axiomas concluyentes, sólo una realidad, la que sale de la mente del artista, la que después interpretará cada espectador a su manera".
Boquerini en IMÁGENES DE ACTUALIDAD:
"Juan Pinzás firma su película más compleja, la vida, los sueños y pesadillas del creador frente a su propia obra, un cruce entre drama fantástico y ficción no convencional, que se desarrolla en Nueva York con dos únicos personajes, el creador, interpretado por el propio Pinzás y su actriz, musa y personaje, compleja y poliédrica, a la que da vida la norteamericana Lindsey Ireland".
"Cada nueva propuesta de Juan Pinzás es un paso más hacia un universo creativo propio, diferente al resto del cine español. El único director español que se atrevió con las innovadoras propuestas del Movimiento Dogma 95 con su trilogía Érase otra vez, Días de boda y El desenlace, para indagar después por primera vez en el proceso creativo con Las imágenes perdidas, en busca de un cine diferente. Ahora va aún más allá en sus inquietudes expuestas en aquella película, con New York Shadows (Sombras de Nueva York). El propio Pinzás interpreta a Julián Pintos, su alter ego, personaje que ya había interpretado en uno de sus primeros cortometrajes Cien puntos para Julián Pintos, de 1982, y en su primer largo, La gran comedia (1986)".
"Pinzás se sumerge en una especie de proceso de vampirización de su propia historia".
"La película plantea si podemos trasformar nuestra propia realidad en otra diferente utilizando el arte como medio".
"¿Por qué no se reconoce a Pinzás como uno de los creadores/artistas más rompedores del cine español de hoy?".
Cristina Márquez en LA SEMANA, Revista de Cine:
"New York Shadows, un inquietante thriller psicológico empeñado en que su protagonista no consiga distinguir la realidad de la ficción".
"Como le ocurre a la mayoría de los autores, sus propias vidas se convierten en la inspiración de muchas de sus obras, pero muy pocos tienen la valentía suficiente para exponerse ante el gran público como lo ha hecho Juan Pinzás".
"New York Shadows refleja la experiencia acumulada de Pinzás".
"Dos figuras diferentes, la de Juan y la de Julián se convierten en los protagonistas indiscutibles de este filme".
"Un cúmulo de confusiones inquietantes en las que también participarán dos mujeres, Jennifer y Diana, encarnadas por la hasta ahora actriz de teatro Lindsey Ireland".
"El cineasta gallego no ha parado de enriquecer su filmografía con películas que llevan su sello particular y que le han valido infinidad de nominaciones y premios durante su extensa carrera. Pero sin duda, uno de los reconocimientos más importantes de su carrera es el de ser el autor de la primera película Dogma del cine español con Certificado Oficial por Lars von Trier, por su film Érase otra vez".
"Ahora con New York Shadows Pinzás ofrece al público su película más personal. Cine español para espectadores universales".
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Juan Pinzás y Lindsey Ireland en la secuencia del
afeitado frente al espejo. |
Lindsey Ireland (Jennifer) y Juan Pinzás (Julián)
en Central Park. |